1 diciembre 2017
Rebranding, una estrategia más potente que el branding

Hay quienes consideran el rebranding una estrategia más notable que el branding. Se trata de una manera de rejuvenecer la imagen de una marca. Por lo general, es mucho más evidente en su logo. No obstante, se extiende a todo aquello que identifica a una marca. Permite dar una cara nueva, adaptarse a cambios y generaciones. En la Argentina hay varios ejemplos de empresas que exploran el rebranding como alternativa al típico branding.

Se considera que el rebranding es más efectivo que el branding. Ambos son anglicismos empleados en marketing. Tienen que ver con la construcción de una marca. En el caso del branding, se dice que está compuesto por cinco elementos. Estos son los siguientes: el nombre, la Identidad corporativa, el posicionamiento, la lealtad a la marca y la arquitectura de marca.

La importancia del branding es que logra que una marca se diferencie. Le da una personalidad. De esa manera, la gente la reconoce con facilidad. Incluye los modos de atención y servicio al cliente. De esa forma, se logra la fidelidad del cliente.

Uno de los problemas que ha presentado el branding es que crea una imagen estática. Con el tiempo, la gente se aburre. Además, la competencia puede presentar cierto nivel de novedad que hace el producto y su identidad pase de moda. 

Es por eso que se plantea entonces el rebranding. Se trata de rehacer o evolucionar la imagen de una marca. De ese modo, siempre cuenta con ese aire de cierta primicia que tanto seduce al público en general.

La importancia de este par de conceptos en Internet

El universo de Internet es muy amplio. Es como un océano repleto de peces y caracoles. Basta con sumergirse en sus aguas y encontrar gran cantidad de opciones. Incluso, puede afirmarse que escribir una búsqueda en Google o Yahoo es como lanzar una red en ese mar. Salen gran cantidad de cosas, de peces y de sorpresas.

¿Cómo hacer para destacarse en un universo tan amplio? Esta es una cuestión clave. 

Toda empresa de e-commerce debe darse a notar en Internet. De no hacerlo, se transita el riesgo de convertirse en una web gris. Una URL entre los millones de URL que hay en el ciberespacio. De acá la importancia inicial del branding y luego del rebranding en Internet para ganar visibilidad.

Pero no basta la visibilidad. También hay que tener identidad. Ser notable. Cuando las redes de los buscadores se lanzan al mar de la web, salen muchos sitios. 

No obstante, hay algunos que son diferentes. La gente las conoce y  le agrada visitarlos. Ese es el objetivo inicial del branding. Luego, cuando esta identidad debe ser renovada se opta por la magia del rebranding.

Dejando en claro los conceptos tanto de branding como de rebranding

En los linderos de la informática hay gran cantidad de anglicismos. Por eso, en Argentina y otras naciones de habla hispana, estos términos se prestan a confusión. No obstante, son recurrentes en el medio profesional. 

Y sucede que dominar este léxico es fundamental. Por eso, queremos mostrar las acepciones de los vocablos que abordamos en este post.

BRANDING

Se entiende como el proceso con el cual se construye una marca. Abarca el desarrollo y mantenimiento de una serie de atributos y valores esenciales. De este modo, se logra crear una identidad. Incluye la generación de slogans, lemas, logos, imagen de la infraestructura y demás requerimientos. El branding es una estrategia de marketing. La idea es que la gente se sienta atraída, fidelizada y a gusto con la imagen creada para la marca.

REBRANDING

Cuando se habla de rebranding, se parte de una imagen ya existente. Sucede que el tiempo pasa. Entonces, la imagen de la marca se desgasta o se torna rutinaria. Además, con los cambios generacionales siempre hay que hacer adaptaciones. La idea es desarrollar una nueva identidad. Esta debe ser diferenciada. Sin embargo, debe mantener vínculos con el concepto inicial. 

Las empresas que tienen largo tiempo en el mercado siempre deben apostar por el rebranding. Un ejemplo de ellos es el logo de las computadoras Macintosh. Este siempre se ha mantenido en los linderos de la “manzanita”. No obstante, esta fruta ha sido diseñada en colores, plateada, negra y recientemente tornasol. También está el caso del logo de Instagram. Este empieza como una camarita y luego evoluciona a una versión más abstracta de ese diseño inicial.

Consejos para hacer un rebranding y conservar la esencia de la marca

El gran reto del rebranding es no alterar la idea de la marca. En el marketing, el cambio implica vitalidad y mayor duración. Por eso, damos algunas sugerencias al respecto.

  • Hacerlo por razones correctas

El rebranding no se hace por capricho. La nueva imagen se hace con una intención. Por ejemplo, una tienda física que empieza a trabajar con ventas online. Entonces, necesita una imagen más tecnológica.

  • Ser fiel a los valores de la marca

Todo rebranding debe mantener la memoria de la marca. No es hacer tabula rasa; es mantener una tradición, pero haciendo cambios que la renuevan.

  • Valorar el branding anterior

Vinculado al punto precedente. Hay que tener un historial de las imágenes de la marca. Tener en cuenta que el rebranding se nutre de ellas para hacer el nuevo diseño.

  • Indagar a la competencia

Hay que ver los éxitos del rival y no menospreciarlo o ignorarlo. Si hay cosas en la competencia que son de utilidad, podemos tomarlas como referencia.

  • Importante la cohesión del todo

Uno de los errores típicos en el rebranding es solo cambiar un nombre o un logo. ¡No! Hay que hacer una reestructuración integral. Cambiar solo una parte es como usar una camiseta de los años 90, pero con unos pantalones acampanados de los años 70.

Si los puntos antes dichos se concretan, el rebranding llega a ser más poderosos que el branding. Tiene la ventaja de que cambia en el tiempo. No se mantiene estático. Impide que la imagen de la marca se quede congelada.